Caminos mostoleños

Entre esos bosques paseo cada mañana con mi amigo y en ellos voy captando oxígeno y preparando la larga ruta de las estrellas. Recapacito y me entreno a pensar sólo y sin molestias. Los pensamientos afloran uno trás otro todavía influidos por la cercania de lo cotidiano. Los parques de Móstoles y los aledaños de este enorme pueblo madrileño se están engalanando para la celebración de la efeméride del 2 de Mayo. Recuerdo las clases de Historia de España en el colegio donde el Cid y Andrés Torrejón eran héroes con camisa azul defensores de la pátria y sus valores eternos. Recuerdo la Historia que he tenido que leer después para ponerme al dia y hacerme una idea más veraz de nuestro pasado, no tan glorioso como me habían hecho creer. Nadie, por ejemplo me había dicho entonces que el dos de mayo de 1808 fue una insurrección popular, que las autoridades se quedaron en sus casas, que los militares se encerraron en los cuarteles y sólo unos pocos antepusieron a la disciplina castrense, la defensa de la dignidad del pueblo llano y la suya propia. Imáginaba un Móstoles heróico con su alcalde al frente defendiendo los muros del castillo. Y en Móstoles no había castillo!!!. Bien es verdad que la postura de los dos alcaldes de Móstoles, Andres Torrejón y Simón Hernández, encendió la llama de la revuelta en toda España. Con un bando municipal " La pátria está en peligro, Madrid es víctima de la perfidia francesa, españoles acudid a salvarla", que se hizo llegar a los pueblos de Toledo y Extremadura se alertó a los españoles de las verdaderas intenciones de Napoleón y Murat. El Alcalde, sin arma alguna, fué quien empezó la guerra de la Independencia.
Ahora me pregunto qué hubiese pasado de no haber ocurrido estos hechos. ¿Seríamos franceses? ¿Serían nuestros vinos, nuestro queso los mejores del mundo?¿Estaríamos locos por Carla Bruni?¿Seguiríamos tomando las cosas importantes a broma?. No lo sé. El caso es que las calles y los parques de esta ciudad, se están engalanando para recibir a autoridades que a mi manera de ver no representan en este caso nada de la verdadera Historia. Más al contrario, deberían quedarse en sus palacios o sedes ministeriales recapacitando sobre lo que sus antepasados o predecesores en los cargos hicieron, o mejor dicho, no hicieron.
Estos son mis pensamientos mientras paseo por los parques de Móstoles en estos soleados dias abril.
Supongo que a partir de Roncesvalles mis pensamientos serán algo menos terrenales y la mística me asedie hasta el paroxismo. Leeré a Santa Teresa y San Juan de la Cruz antes de salir para preparar las neuronas. "Vivo sin vivir en mí..."