sábado, 31 de mayo de 2008

Villafranca


Bajando de La cruz de Ferro




Ponferrada a Villafranca del Bierzo.

Salgo de Ponferrada lo más tardar que me permiten los hospitaleros pues los rigores de la noche anterior me daban razones para templar tiempos. Emprendo la marcha y al pasar por delante de Cubelos (el mejor pulpo de la zona y más...), me llevo la sorpresa de que está abierto, contrariamente a lo que me había anunciado meses atrás. Saludo a Nino que sigue teniendo su porte de portero de la Ponferradina que fué y la simpatía de siempre. Le increpo por no avisar a "pulpistas" y viajeros de que continue abierto y me dice que le queda poco y que lo mantiene por cierta nostalgia hasta vender el edificio. Me invita a un café y al decirle que mi intención hubiese sido cenar como correspondía, en su casa y con pulpo, le falta tiempo para convidarme a una abundante tapa y un vino. La mezcla, a esas horas, con los cafés y el desayuno previo, me pone las pilas y empiezo a caminar, aleccionado por sus consejos de no "picar" por las nuevas indicaciones del camino, y de seguir la verdadera ruta, que es todo recto. La variante es un regalo de Endesa, como premio otorga a peregrinos 4km de más y se debe al trato con el ayuntamiento de hacerse cargo de la señalización a cambio de cambiarla por el trazado que les convenga. Adelanto lo perdido y marcho en mis cosas hasta cerca de Villafranca, donde el camino hace otra "gracia" de regalo merced a la voracidad comercial de un par de pueblos insignificantes y que al parecer les resulta más fácil engañar a los peregrinos que dedicarse a las labores agrícolas. La viña, y la uva Mencía se lleva la palma. Al llegar a Villafranca, eso sí después de jugarme la vida en la carretera, puesto que no hay ni andaderos ni arcenes, me aposento en el albergue de Jato, donde son amables y al parecer muy modernos: Las duchas son comunales y no tienen puerta. Los retretes sí. De donde deduzco que se avergüenzan más de las deposiciones que de los cuerpos que las producen.
Encuentro luego una tienda de vinos donde pruebo un mencía jóven muy satisfactorio y cuando acabe con ésto iré por el crianza.

viernes, 30 de mayo de 2008

Ponferrada, problemas y soluciones

La cuestecita que nos lleva hacia Ponferrada es dura y peligrosa. Eso sí, bajando, pero quizá más dificultoso, por las tendinitis y los resbalones que subir. El regalo de la llegada a Molinaseca es un rio, que en verano forma una presa pequeña y en el que da gusto bañarse. Con el frio que hace eso es imposible pero se agradece un baño largo de pies para relajar. Al cabo de media hora, los pies como nuevos y una bolsa de cerezas en la mano, salgo a toda prisa hacia Ponferrada con la esperanza de encontrar una óptica donde me puedan hacer un cristal para mis gafas. Pensaba que podría aguantar hasta la vuelta sin ellas pero se me hacen imprescindibles. Sigo con mi buena estrella y encuentro en Ilusión öptica unos profesionales de tomo y lomo que se desviven por solucionar el problema y a fe que lo hacen. Más tarde y como ya conozco la ciudad, me voy a relizar las labores propias de mi sexo. Hago la compra. Mis sopas de ajo se están haciendo famosas en estos pagos. Compartimos las sopas y la velada varios humanoides de varias nacionalidades, las disfrutamos y para terminar como corresponde, Diego, el hospitalero por accidente y devoción, que también disfrutó de la sopa, nos propone tomar unas copas, para terminar dignamente, en un bar cercano. Accedimos como poseidos por una fuerza demoniáca. !Un gin tonic a las 12 de la noche!. Casi ni recordaba lo que era ni a qué sabía. Buena charla, lo humano y lo divino como temas de actualidad. Un dia de suerte. Un dia feliz.

jueves, 29 de mayo de 2008







Ponferrada al fondo y varias vistas de los montes de Leon y sus caminos

La etapa bonita


Amaneció de niebla espesa, pero me premió de nuevo el sol la paciencia y comencé la subida a La mítica Cruz de Ferro con un suave calorcito que acabó de templarme los frios de la víspera. En Foncebadón, en el bar, tomando un café me encuentro con un francés que me abraza y al que no recuerdo. Dice que se siente agradecido por mis consejos gastro-vitivinicolas para su paso por Leon y me dá conversación en francés. Yo, que no tengo cabeza en ese momento para recordar el dos de Mayo, le sigo la corriente, hasta que aparece Elias, un profesor texano, acompañado de Fernanda, que como no podía ser de otra manera me saluda a voces y risas y me pregunta por mis fríos. Correspondo a la ilusión con un café y reemprendemos juntos el ascenso aunque nos vamos separando por nuestros diferentes trancos. Ya en la cruz, compartimos durante más de una hora las pobres vituallas y disfrutamos del sol, del paraje y de la conversación. Más tarde el descenso, cada uno por su cuenta y a su ritmo puesto que es muy problemático por lo empinado y por las piedras pero llegamos al Acebo bien y con bien, a diferencia de algún otro peregrino que ha visto acentuada su tendinitis o ha sufrido alguna lesión más grave que ha llevado sus huesos al hospital de Ponferrada.

Errores cometerás

En el albergue de Rabanal, cometí el primer error del camino, error de principiante ..
Me fié del radiante sol que me acompañó hasta la puerta y se me ocurrió lavar la ropa, incluyendo la de abrigo, craso error. Mientras mis pantalones y mi forro polar bailaban frenética y alegremente en el bombo de una lavadora, el cielo se tornó oscuro y regaló una ventisca de tres pares de...¿esquimales?.. Debido a que mis protecciones naturales en forma de grasa se han ido perdiendo por esos caminos de Dios, me hirió el cuerpo una tiritera insufrible. Bajo una estufa y engalanado para pasear por Benidorm en Agosto, intenté paliar mis frios con un par de vasos de vino berciano que me ofreció caritativamente mi ya amiga Fernanda, una brasileña simpática y bullanguera a la que ya había oido de lejos en algún albergue anterior. Al ver que mis frios no se curaban y aumentando su caridad me prestó para mi abrigo un precioso pareo brasileiro que, todo hay que decirlo, causó la admiración de la troupe teutona. Fui objeto de atención fotográfica, que antes que turbarme, me causó un gran divertimento y por supuesto me quitó parte del frío.
Conseguí secar mi ropa sobre los radiadores y después de una recuperación a base lomo y huevos fritos con el consabido berciano conseguí paliar el frio y jurar mil veces que no lavaré la ropa hasta que haga sol por la noche.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Rabanal del Camino


Por fin se acaba la llanura. Por fin se empiezan a ver robles, bosques y huele a monte. Lavanda y lo que parece ginesta y me recuerda mi Mediterráneo. ¿Para muestra un botón?. En este caso un "roblón". Este viejo roble que hay que abrazar para tomar de su fuerza me hace sentir la alegría de la vida y la fe en mi mismo. Sensacional y apuesta fiera al reto que se avecina después de Rabanal. La cota más alta del camino, la cruz de Ferro. Pero eso será contado en la ocasión que corresponda. De momento, en el albergue, me preparo para la oferta de cocinar de nuevo. Hay quien propone una paella. Ya veremos. !Al final me convierto en el cocinero de campaña!.

A gusto eso sí, pues me divierte y me relaja.

Asturica Augusta y sopas de ajo.







Lo más destacable de este trecho es sin duda el fenomenal puente romano de Hospital de Örbigo. Aquí a un tal Don Suero de Quiñones se le cruzó por lo que tenía debajo de la celada que ningún otro caballero franquería el puente sin su permiso y por sus quiñones que lo hizo. Ideales caballerescos le empujaron a tamaña quiñonada.



Ahora dá gusto cruzarlo, e incluso volver la vista atrás.



Conviene avisar a caminantes venideros que después de Hospital de Órbigo, el camino se ve desviado por la astucia o picaresca de los dueños de los albergues o bares de Villares y Santibañez. Yo no piqué. Por mis quiñones, que para engañarme hacen falta más quiñones, y seguí por la lógica del camino que evidentemente circula siempre junto a la carretera, que para eso se ha construido según el trazado del Camino de Santiago. Además se ahorran un par de kilometros. El camino de los astutos y el verdadero se unen en el Crucero de Santo Toribio desde donde ya empiezan a verse a lo lejos los montes que habré de franquear.



En el Albergue de Astorga, aburrido del menú peregrino, llamado así por serlo en viandas, decido unirme en esfuerzos para conjurar una sopa de ajo al más puro estilo de la verdad. Con un par de botellas de bierzo-mencía dimos cuenta de tan antigua pitanza y sembramos la admiración de la ingente prole multiétnica.

Asturica Augusta y sopas de ajo.

Villadangos por la mañana: mejor humor


La salida de León es poco simpática, entre naves industriales y barrios periféricos hasta llegar a La Virgen del Camino, donde empieza el campo y ya da gusto caminar. Veo cada vez más gente nueva y he perdido de vista a los corredores de las primeras etapas. Quizá ya hayan cumplido con el santo o se hayan pasado nadando en busca de la Atlátida. De ser así se la pasarían de largo también. Mis pasos van por lo que sigue siendo un páramo que sólo se franquea recordando aquello de Machado:

Por la terrible estepa castellana, al destierro con doce de los suyos, polvo sudor y hierro, el Cid cabalga,(aunque sea Leon). Me animo paulatinamente. Poco a poco, migaja a migaja.

Acompaño este pobre comentario con foto de mi compañera inseparable, que por ser producto del sol me alegra lo que queda del dia.

lunes, 26 de mayo de 2008

Leon-Villadangos...estepa

La despedida de León como no podía ser de otra manera fue en La Bicha y con su morcilla. Paco sigue como siempre...echando al que no le gusta y cerrando cuando se cansa, pero la morcilla es insuperable.
Me levanto con cierta flojera y voy al centro de salud a preguntar por mi azucar y a pedir unas pastillitas que me faltan. He adelgazado bastante, pero me mantengo en niveles aceptables. Y la flojera será porque estoy un poco de bajón. Me quedo solo, Lia y Irene se van a quedar en Leon a descansar un dia y reponer sus pies que los llevan de luto. Yo decido marcharme. El camino hacia Villandangos no puede ser peor. Pegado a la carretera y a veces compartiendo arcén con los coches. Muy peligroso.
Llego cansado al albergue y como se puede comprobar con pocas ganas de nada.
Seguro que mañana será otro dia mejor...

domingo, 25 de mayo de 2008

Mansilla a León y adios a Harry







Es una etapa corta. Unos 17 km , para los que nos cuesta ponernos en marcha. Hace frio y el tiempo amenaza de nuevo lluvia. Después del desyuno nos ponemos en marcha los cuatro y vamos aligerando el tranco pues tenemos ganas de llegar a Leon. De todas formas nos detenemos a tomar café, siempre con la esperanza de que Lia no olvide el puñetero bordón. Pero irremediable e irremisiblemente y como todos esperábamos, a Lia se le olvida el palito y tiene que volver. Unas risas... Esta encantadora y olvidadiza Holandesa que habla español con ganas, debe comprarse algún artilugio que avise cuando se separe de él. Un pito o algo asi, o quizá mejor colgarse el palito de las orejas. Se excusa y nos habla de su compañero Víctor, que parece ser que le riñe por lo mismo. Nosotros le seguiremos riñendo.



La llegada a Leon es algo accidentada pues el trazado del camino va por un polígono industrial y luego paralelo a la autovía de circunvalación que hay que cruzar con gran peligro para nuestra integridad y la de todos los que se aventuran a esta locura. Sería de agradecer un puentecito o un semáforo.



Decidimos ir al albergue municipal, que no tiene hora de cierre y para nuestra sorpresa, está casi vacío. Todo el mundo prefiere ir al de las monjas, que está en el centro, a pesar de que son más estrictas con el horario.



Hoy es un dia triste pues nos abandona Harry, el irlandés sonriente y bonachón, de quien he aprendido muchas cosas y al que agradezco su paciencia con nuestro país. "Harry, estás en España...disculpa las molestias". Le acompañamos a sacar el billete de Renfe cuyo precio le cabrea y con razón pues le cuesta más caro que ir a Manchester. El mal humor se subsana cuando vamos a comer. Lo tenemos complicado pues son más de las cuatro y vamos al estupéndo restaurante de mi amigo Alberto, La ruta Jacobea (frente a los jardines románticos, cerca de San Isidoro). Como siempre amable, nos propone vover a abrir la cocina para sorprendernos con un cocido maragato i m p r e s i o n a n t e, regado con buen caldo leonés. "Ahí es ná".



Alucine multiétnico. Visita a la Catedral para dirigir hacia las viandas hacia nuestros maltratados intestinos y café de despedida. Estación y emoción; a nuestros pañuelos se suman los de varios amigos que Harry a hecho en el camino. Hasta pronto amigo y espero que me confieses alguna vez si eras un espía coreano disfrazado de británico. Un abrazo, te echaré de menos.



Bercianos a Mansilla




La senda es aburrida y enloquecedora. Primero por el viento, segundo por la monotonía y tercero por la amenaza constante de lluvia. A la derecha siempre, cada diez metros un árbol que ni protege, ni asegura, sólo cansa. Lluvia hasta Mansilla y después de instalarnos en el Albergue y tras un mal entendido con los hospitaleros una cena "cosmopolita" entre holandeses, ingleses italianos y yo, que ya no sé lo que soy, pero creo que sigo siendo yo. Europa me mata!! Unos chupitos con Harry que me pone al dia de la "no" constitución inglesa y otras curiosidades británicas y unas risas comentando sus problemas al intentar imprimir su billete de avión a London. Curiosamente se imprime en coreano. Primero pensó que eran cosas de la informática, pero la hospitalera, Laura, resolvió el enigma al descubrir que los coreanos, que los hay por este camino, utilizan los ordenadores, que a veces los hay por el mismo camino, cambian la entrada de las fuentes y reprograman el disco o algo así, para escribir en su lengua, claro. Pero, cuando lo dejan, lo hacen sin volver a la forma original. Lo que ocasiona sustos para usuarios que desconocen esa escritura. Es decir. todos los no coreanos.


sábado, 24 de mayo de 2008

Terradillos- Guardia Civil,Sahagún y Bercianos

La salida del albergue se retrasa por lo menos para los que no estamos locos todavía. El cielo no pudo esperar y abrió sus aguas para anegar campos y mochilas de presurosos caminantes. Mis amigos, Harry, Lia, Irene y yo (que también soy amigo mio), preferimos esperar a que escampe y salimos sin prisas cuando amaina, porque se resiste al escampe.
Fresco y agua que con charla y buen paso hace corta la llegada a Sahagún donde tenemos pensado visitar alguna iglesia. Eso me permite hablarles del arte mozárabe y de los árabes y su expulsión. Los reyes católicos y los judíos también me ocupan, pero ahí lo dejo pues empiezan a dormirse bajo la lluvia. Cuando llegamos a Sahagún luce un sol tímido que invita al turismo cultural pero de pronto encontramos a un apesadumbrado jovenzuelo alemán que nos cuenta que le han robado la cartera y no sabe qué hacer.
Como buen samaritano insisto en que debe presentar denuncia en el cuartelillo de la benemérita. y hacia allí nos dirigimos. En el fondo me hacía ilusión que conociesen también a nuestra policía más significativa y me hubiese gustado que todavia fuesen tocados de tricornio para que la visión fuese más explicita.
Me sentí orgulloso cuando entramos el alemán y yo, y un guardia solícito, marcial y eficiente dijo con voz grave mirando de frente al teutón:
-¿Cómo te llamas?
y el alemán contesta
-Hans ghertrofenwawerrrr.
Y el número le mira a la cara fijamente y le reponde:
-Espera un momento.
Al cabo, saca de un cajón una cartera. La abre, mira la foto, mira a la cara del chico y dice.
-Por el nombre no sé, pero por la cara eres tú.
Y le dá su cartera.
Qué contento se puso. Le habían quitado solo 150€ pero le habían respetado las tarjetas y el carnet.
Ya pasó el tiempo destinado a la cultura y decidimos comer en la plaza cualquier cosa y salir hacia Bercianos. Larga y pesada tarde con varias tormentas que caen sobre nosotros. Al final, recibimos la mejor recompensa. El albergue de Bercianos no sólo es acogedor en sí mismo. Lo llevan dos hospitaleras entusiastas y simpáticas. Marian y Angeles nos tratan con cariño y generosidad. Es un albergue recomendable a todas luces. Además el pueblo, que es de 100 habitantes sigue manteniendo tanto en la taberna como en la tienda unos precios acordes con el lugar. Mención especial a los benefactores del albergue: Antonino y Tina, con los que compartimos, Harry y yo, despues de cenar una botella de orujo de su propia factoría.

jueves, 22 de mayo de 2008

Fe de erratas o fe de mentiras.

Lia y Harry acaban de leer lo que he escrito sobre la etapa y les ha producido una risa floja que dijese: "hemos parado a comer y beber agua". En honor a la verdad debo añadir que en los tres pueblos que hemos parado nos hemos refrescado también con cerveza.
Todos contentos!!!.
Añadir, ya que estamos, que en la foto, hecha al llegar, todavía sin ducha y maquillaje, aparece a la izquierda Irene, la chica italiana que anda sóla desde que se marchó Fabio.

La etapa casposa


Entre Carrión y Calzadilla el camino va por una llanura de 17 kms bastante aburridos. Es una via romana más antigua, claro, que el camino de Santiago. La via Aquitania. Todo lo romana que se quiera pero como ya dije en alguna ocasión, en tiempos de César, el MOPU hacía lo que quería. Estarían cabreados o con problemas sindicales porque creo que construyeron la Via bajo huelga de celo. Ni una curva. Ni una subida, todo recto, todo llano...y menos mal que el sol no se ha vengado de todo ello, por lo menos hoy. He viajado acompañado de Harry y Lia, charlando y la cosa ha sido bastante agradable. Hemos parado varias veces a comer y beber agua y charla que te charla, nos hemos plantado en el albergue de Terradillos. Poco más que contar. Dentro de un rato a cenar el menú que ofrecen aquí, donde no hay nada más para elegir.

miércoles, 21 de mayo de 2008

SORPREEEEEESA!!!!!!!!!


Boadilla, Fromista, Carrión


Salida del albergue Putzu a buena hora con desayuno en la taberna del pueblo y el sueño de parar frente a la preciosa iglesia románica de Fromista. Llego bien y me doy cuenta de que los precios no se corresponden con un pueblo de su tamaño. Creo que están matando la gallina de huevos de oro. Me abastezco convenientemente: Una longaniza, pan, una lata de espárragos, otra de atún y fruta. No me duele la carga pues pienso montarme un piknic en un par de horas. Tengo por delante unos 20km llanos y con pocos pueblos. Me paro en uno ,cuyo nombre no recuerdo y al abrigo del átrio de una iglesia dispongo mis manjares y a fé que los disfruto. No hay taberna pero sí una especie de área de descanso para peregrinos donde tomo café. Un ruso algo pasado de vodka y una rusa algo pasada de carnes lo atienden con poca intención. Dos horas tardo en cubrir los 9 mkilometros restantes hasta Carrión donde soy bien recibido por las monjas del Espíritu Santo. Buena ducha, habitaciones para peregrinos y un colegio de niños excursionistas y bulliciosos que amenazan la noche.

Salgo a dar una vuelta y a buscar un sitio para cenar y me llevo una agradable sorpresa: Larry, el irlandés que dejé en Logroño aparece con su simpatía y me propone cenar juntos. Como no podía ser de otra manera pregunto a un señor del pueblo que me indique un mesón apartado del tráfico turístico. Nos manda a uno estupéndo y barato de donde salimos más que satisfechos gracias a la morcilla, las jijas y una sopa de ajo que nos dá más ánimo y más fe.

Y la sorpresa final. Las monjitas me dejan acostarme tarde y estar en internet hasta ahora. Una ha aparecido dos veces por este cuarto a reñirme maternalmente pues debo descansar, pero me permite seguir.

!Quien lo iba a decir!

De Burgos a Hontanas y Boadilla del Camino




Poco que contar: ando bien y ando sólo. Buen tiempo y paisaje aburrido por demasiado verde. Pienso, canto, me detengo aquí y allá. Hablo con paisanos en las tabernas donde me paro a refrescar mi sufrido gañote. Camino contento y féliz hasta llegar Boadilla donde tengo la duda sobre el albergue. Me llama la atención la disposición de uno recien abierto que atiende Serafín. Allí nos juntamos unos cuantos peregrinos y se nos impone con cierta marcialidad unas condiciones estrictas pero aceptables. Por otra parte tiene la ventaja de que no quiere turistas y que puedes quedarte hasta que quieras leyendo o tocando la guitarra. Además, prohibe tajantemente levantarse antes de las 7, cosa inusual pero fantástica. Entre los que nos encontramos allí hay que hacer la cena. Los víveres los pone Serafín y el resto lo hacen los peregrinos. Un italiano, que ha descubierto que no vale la pena correr, nos regala con unos espaguettis al dente, con ese punto que sólo tienen los italianos y yo hago una especie de paella en un puchero grande, con más voluntad que fortuna. No sale mal y todos disfrutamos de la cena, la compañía y del tiempo de sobremesa y tarantela.


Un placer.

A Burgos


El grupo de cacatúas francesas toca diana a las 5 de la mañana y consiguen desvelarme y cabrearme. Es de noche y hace frío. Deambulo un rato maldiciendo y rememorando el Dante y L'inferno para esa brujas malditas. espero a que se haya ido todo el mundo y recobrando la tensión arterial salgo hacia la panadería donde hago un desayuno a base de aceite de oliva y pan reciente que me produce un cambio de carácter confortable. Traspongo la sierra de Atapuerca rememorando las explicaciones sabias del dia anterior y allí reencuentro a mis amigos italianos. Una encantadora pareja de enamorados que bailan su amor alrededor de unas piedras y quien sabe si se conjuran para siempre. Hoy celebrarán su despedida pues Fabio debe volver a Venecia a trabajar. Irene seguirá el camino con nosotros y prometo cuidar en lo que pueda de ella. Me voy encontrando con viejos conocidos conforme pasa la mañana. Margarita, una sueca que ha vivido muchos años en España y que domina nustra lengua. Harry, un pastor protestante holandés de más de dos metros y con cara de bon vivant y Lidia y Puy, dos chicas, una californiana que habla español y una estellesa que marchan juntas. La pesada entrada a Burgos por un polígono industrial la hacemos amena entre todos cantando y charlando.

En Burgos decidimos, para no privarnos de una visita tranquila a la ciudad, dormir en una pensión que resulta ser, aunque limpia algo desvencijada. Pensión Victoria, se llama, supongo que por vencer el paso de los años. Sin ducharme me voy a Ojeda a comerme el lechazo soñado y trás la comida, tomando café en la barra conozco a una encantadora señora de 88 años, de Madrid. Entablamos conversación e intercambiamos direcciones. Amanda Puebla, se llama. Más trade nos reencontramos todo el grupo y vamos a ver la catedral donde tengo que hacer, y a gusto, de cicerone, para ellos, para una danesa que anda con un sudafricano y mis pobres explicaciones llaman la etención de una centena de jubilados portugueses que se suma a mi performance cultural. !Lo que me faltaba!.

Paseo por la zona de vinos donde el pastor se pone divertido y empieza a tomarle el gusto a las tapas de morcilla. Algunos intentos de canto gregoriano (el tío canta muy bien) y tras el cuarto vino les propongo ir a Patillas, un lugar curioso de Burgos donde la gente se arranca por sevillanas o bulerías según cambien el aire o el vino. Maldiciónes por estar cerrado y a la cama.

Al dia siguiente, nos perderemos de vista y espero volverles a encontrar pronto.

Atapuerca, mención aparte











Llego a Atapuerca y consigo la última plaza del albergue y trás la ducha reparadora corro a buscar plaza en la visita guiada. Lista de espera, como en los aviones pero tengo suerte y consigo meterme en el autocar que nos lleva en diez minutos al yacimiento arqueológico. El guía está tan documentado que dá la impresión de ser uno de los arqueólogos que sólo trabajan allí en julio y agosto. No voy a relatar aquí lo que es el yacimiento y de su importancia, os remito a las paginas de internet donde encontrareis toda la información que os plazca. Sí os recomiendo encarecidamente que algún día curseis visita porque vale la pena.

Por fin internet en Carrión de los Condes


He encontrado albergue en un convento de encantadoras monjitas que para mi sorpresa y la de viandantes, no solo son acogedoras sino que tienen de todo. !Hasta internet a precio normal!.

Haré un resumen de los dias que he faltado desde Belanvistia hasta ahora que espero no aburra a las piedras.

Decíamos ayer:

Me encanta esa frase y la tenía que colocar.

Salí del albergue brasileño hacia montes de Oca con buen tranco y menos molestias. Cielo amenazante que cumple su promesa inexorable al llegar al principio de la cuesta. Emprendo la subida en cuanto amaina con la esperanza de llegar a San Juan de Ortega sin agua. Paro en la fuente de Pan Mojado a descansar y refrescarme con su chorro contínuo y generoso, mientras disfruto de las mejores vistas de la sierra de La Demanda. Una delicia!.Y me vuelvo a sorprender de la estulticia bárbara: ninguno de los que van pasando a mi lado y que oyen la llamada musical del agua, se detiene. No se fian porque creen que sólo se puede beber el agua del supermercado. Peor para ellos!. Y pasan y pasan a velocidades de marathon cuesta arriba, miran con desprecio y la mayoría ni saluda.. La subida termina en una pista forestal larguísima hasta San Juan. Unos niñatos en quads burlándose a toda velocidad de los peregrinos a los que hacen saltar a los sembrados sin miramientos me hace llamar a la Guardia Civil, que ya en San Juan aparece en su patrulla solícita y eficiente. Gracias por velar en los caminos indefensos. Gracias.

San Juan de Ortega, cuya iglesia es una preciosidad románica en la que sucede, en los solsticios de verano e invierno, un hecho que se tiene por milagroso y ha pasado a formar parte de otra leyenda más del camino. En esos dias, y sólo en esos, un rayo de sol entra por una de las ventanas del coro y avanza por los muros hasta que ilumina centrada y perfectamente un capitel, el llamado de la Anunciación..

Mi intención es dormir en Atapuerca hacia donde parto alentado por los pocos kilómetros que me quedan, siete más o menos, pero una espectacular tormenta me obliga a refugiarme en Ages, en un bar que se llama El Alquimista, donde apetece entrar pues tiene buen ambiente y suena jazz. Lástima! está atendido por un alemán políglota y mal encarado que hace de la promesa un mal resultado y tal como le digo a él, prefiero mojarme que seguir viéndole la cara. Espero que cuando vuelva por allí, lo atienda una persona de mejor carácter y menos sentencias tópicas.

¿Castilla navegable?











Pues sí. Para quien no lo sepa estas fotos de las exclusas que hacían subir y bajar los barcos tirados por récuas de animales. En este sistema que data de la Ilustración, se basó la construcción del canal de Panamá.

Sentido y sensibilidad






















Ya que me quedan unos minutos cuelgo algunas fotos que con el tiempo iré explicando. Además de decir a los que me escribís que el sentido del camino es muy particular. Yo lo entiendo a mi manera y no es otra, que detenerme y contemplar el paisaje, disfutar con el paisanaje y si puedo, contar las excelencias de nuestro país a la gente que quiera escucharme y desde lugo aprender de todo aquel al que yo pueda entender.






Las imágenes que acompañan a este texto son lugares o vistas que me han llamado la atención. Lo de la calavera y las tibias cruzadas se me antojó que podía ser, sobre bandera negra, el nuevo emblema de las tiendas y de algunos bares que sin ser el VIPS, salen algo más caros.






Alguna de Atapuerca y paisajes de trigales y caminos. También el ábside de la maravillosa iglesia del S XI de Frómista, que a pesar de ser patrimonio nacional, cobra 1€ la entrada.






Estoy en Fromista y sigo vivo


Gracias por los mensajes que me enviais y por las llamadas telefónicas, por vuestras preocupaciones, que son las mias por no poner ésto al corriente. Como ya comenté, he cambiado mi forma de hacer el camino, en el sentido de las paradas; no me paro en ciudades o pueblos donde las guias marcan el final de etapa, sino que lo hago en pueblos pequeños, donde no hay conexión a internet o es demasiado lenta o está "capada". Eso hace que no pueda poner al dia el blog. Pero amenazo con hacerlo de una tacada desde Atapuerca, (impresionante), hasta donde esté, que para eso llevo un precioso boli y un cuadernito. Ahora me encuentro en Frómista donde la conexión está regentada por uno más de los salteadores de caminos a la nueva usanza y es una barbaridad lo que cobran. Para que os hagais una idea: esta nota me cuesta el equivalente al menú del dia en cualquier bar.Por lo tanto, queridos y queridas, hoy os cambio por la manduca y mañana Dios dirá.

Cuelgo una foto para que veais mis progresos en cuanto a mi dieta. Estoy algo demacrado pero es circunstancial. Acababa de subir el alto de Mostelares y acababa de conseguir introducir la lengua en mla boca.

viernes, 16 de mayo de 2008

El albergue soñado


Sigo en Bellambistia, que ya aprendí el nombre, y son casi las 12 de la noche. El albergue donde me encuentro es el sueño de cualquiera que no vaya más que a ritmo de felicidad. Lo lleva un brasileiro joven que se llama Ita y que despues de ser peregrino y hospitalero, ha llegado a un acuerdo con el alcalde de esta aldea y regenta el único bar que es el del albergue. Con simpatía brasileña, buen humor y la felicidad colgada de las orejas. Ha traido a su mujer de Brasil y su bebé ha sido bautizado aquí.



Hemos dado con este lugar dos personas: una noruega despistada, con pinta de haber sido atleta en tiempos y este soñador pedestre que cuenta bobadas. Poco tardamos en entablar conversación la noruega y yo. El inglés que yo hablo no es de Oxfort y su español si. Es decir, que hemos vuelto al lenguaje de los signos. Como la noto interesada en nuestra cultura y nuestra forma de entender la vida me propongo ponerla al cabo de la calle en cuanto a lo que es España, fina tela de araña, guadaña y musaraña. Braña, entraña, saña, cucaña, pipirigaña... y todo lo que en tí suena y en tí consuena: España, España. La invito a un vino. Tras la libación le propongo un paseo por la aldea, donde mantengo conversaciones con los dos abuelos que quedan como residentes/resistentes. El campo, la jubilación y que quieren morir donde vieron la primera luz, es lo que les mantiene vivos y aferrados a su vida, su pueblo y su historia. Me emocionan y la noruega asiste atónita a mis casi lagrimones: creo que ha entendido todo. Intento en vano ver la iglesia, pero la llave es un misterio y volvemos al bar/albergue. Ita nos propone más vino hasta la hora de cenar que decidimos consensuadamente que sea a las 9. Hasta entonces y con la botella de crianza cumplida pasamos un buen rato con el suegro de Ito que ha venido a pasar un par de meses y conocer a su nieto. Nos ofrece mate y cálido acento brasileiro. Cenamos ni bien ni mal, sino todo lo contrario con algo más de vino y aparecen varios parroquianos al calor del bar. Hablan alto y rápido y les oigo poner a parir a un vecino, lo que me sirve para explicar a la noruega, (creo que me ha dicho que se llama Lisa), que están practicando el deporte nacional: la sastrería a mediday la envidia.
Acabada la cena, mi ya amigo Ita, me propone una caipirinya y se disculpa por no hacerla con la cachaÇa habitual. Es igual. Lisa, que ha desarrollado un color en sus pómulos tipo costa del sol y una sonrisa floja, sólo la prueba y decide irse a dormir. Entre todos le encontramos la puerta y le deseamos felices sueños. Me quedo en el bar disfrutando de la compañía y veo el telediario. La predicción metereológica augura agua hasta el ahogo y, producto de mi etilismo, considero que es un conjuro o una cabronada que me está haciendo mi amigo Arigita, mientras clava agujas a una foto que tenemos juntos. Seguro.
Mañana tengo la idea de ir a Atapuerca y si puedo, visitar la excavación. Es de todos sabido que Ari estuvo allí y tenía dos bares y era el amo de la acrópolis. Yo había pensado invocarle para que me recomendase buen precio de restaurante con alguno de sus lejanos parientes. También sé que hacia misiones de aceitero en la defensa de las puertas de Burgos siendo caudillo El Cid , pero eso será narrado en otra ocasión. (Ari, te quiero cabrón). En fin, que el tio se ha enterado y no quiere que visite a sus primos y me ha preparado lluvia y tendinitis.
No abuso más de la hospitalidad de este tio estupendo que es Ita, y con quien me he fotografiado para la ocasión.
Mañana, queridos niños y niñas, más cuentos, espero que desde Atapuerca.









































¿Qué mejor forma para empezar el conocimiento pátrio que un vaso de vino?.

Lo que va quedando


No me había dado cuenta pero el fondo de la foto resume perfectamente como funciona un servidor. Entre ruina y construcción. Entre azul y buenas noches.

Cerca de Belorado encontré el amor

Dejó de llover y mi paciencia me regaló un dia estraordinario. Sol que no calienta demasiado e invita a la marcha. Me despido y agradezco la amabilidad de la oficina del peregrino en Redecilla y me doy un desayuno a base de pan caliente y aceite de oliva que me otorga las fuerzas necesarias. La ruta discurre junto a la carretera, por un andadero que se ha construido para evitar que los peregrinos compartan con los camiones el peligro. No se si es buena idea pues algún que otro muerto añadiría más épica al camino y nuestros visitantes se podrían presentar en sus casas con más emociones que contar junto a las de los salteadores. Voy cantando. El dia, ya he dicho, me dá alegría. Interpreto, o mejor dicho, ejecuto, Corazón Corazón, Barrio, No me amenaces y un corrido mexicano. La gente se vuelve atemorizada y me permite un adelantamiento fácil y cómodo. Me paro en un pueblecito donde nació Santo Domingo y cometo el error de beber agua de la fuente. Y no era la fuente... Es agua de riego. Sigo andando asustado por si Moctezuma se instala en mis tripas. Hago un recuento de mi botiquín y me tranquiliza saber que llevo fortasec a mano. Y anda que te anda por el andadero, empiezo a sentir una cierta debilidad. Me siento en un mojón frente a un campo verde de trigo y rebusco en los bolsos mis provisiones. Un trozo de pan, unas barras energéticas y almendras. Miro el pan a un lado, al otro la barrita y al frente el agua y mis pensamientos se vuelven tristes. Pena, penita, pena...
Pero cuando ya estoy dispuesto a morder el pan, un penúltimo efluvio de glucosa alcanza victorioso mi cerebro. Si!! Ella está ahí dentro y me llama. Busco y rebusco ¿Donde?.
Estas mochilas modernas están pensadas para no encontrar nada. !En el botiquín!. ¿Donde si no? . Abro la bolsa de los fármacos y allí está. Noto su olor a otoño. Viste un bello conjunto de papel vegetal que la hace más deseable. Se lo retiro con delicadeza de cirujano para ver sus primeras y lustrosas carnes rosadas. Está algo sudada y gotea suavemente una cierta grasilla que le retiro con un dedo y libo con fruición. Le acerco mi navaja y ella rezonga, se alegra, sabe que va a visitar mis "dentros", va a ser mía sin saber que yo también le pertenezco. El amor corre por mis venas y el corazón se acelera. Le propongo un menage a trois que la deja turbada pero accede. Entonces abro el trozo de pan y la introduzco en su interior. El primer mordisco está próximo pero le doy unos unos instantes de suspense. Preparo mi paladar con un trago de agua y acerco a los dos previos amantes, pan y longaniza riojana a mi boca. Los muerdo, poco a poco, degustando sintiendo, soñando. Los noto bailar juntos el más bello de los valses en mi interior...
Guardo con desdén la barrita y el agua y sigo la marcha hasta Belogrado mientras regurgitan su amor dentro de mi estómago.
Y con éstas y poco más paro en ese pueblo que fue en tiempos Cabeza de Partido y ahora es un pueblo industrial dedicado a muebles, fosfatos y peregrinos.
Mi intención es llegar a Montes de Oca, pero encuentro un brasileño en un bar que me dice que al estar cerrado el albergue de San Juan de Ortega, es probable que el anterior esté lleno. Me propone que vaya al que el regenta unos kilómetros antes, en Villambista y allí me dirijo mientras hablo con un par de chicas que se quedan un pueblo antes.
Es un pueblo tranquilo, pequeño, que ha visto llegar a tres brasileños para regentar el albergue y cuyos pocos paisanos, están encantados porque también hace las veces de taberna, que no había .

jueves, 15 de mayo de 2008

Internet a las 8 en Redecilla


Llueve. Llueve mucho y el corazón y la razón me dicen que engrase los zapatos y me lo tome con calma. En la oficina del camino que ofrece este pimer pueblo de Castilla me permiten acceder a la red sin prisas. Intentaré contar algunas cosas que he tenido que pasar por alto en estos dias.

En primer lugar, me comenta alguien que se oculta bajo pseudónimo y que creo que es mi consejero experto en el camino a la vez que hijo mio, que me he pasado Grañón. Grañon es el pueblo anterior a éste y en realidad tenía pensado pernoctar, pero me paré en la taberna donde se encontraban la mitad de los habitantes divididos por sexos. Es decir: los hombres en la barra y las mujeres en las mesas. Cuando entro se arma un pequeño revuelo y entablo conversación con varios parroquianos. Son las fiestas de San Isidro y ellos son labradores. Están alegres, tanto que me convidan a una "alubiada" en un pueblo vecino y a festejar. La oferta es tentadora pero me remito a mi carne débil y hago un esfuerzo para marcharme pues la decisión puede tener consecuencias nefastas para cierto órgano interno que se afecta demasiado con los excesos etílicos. Por eso decido contar una mentira piadosa (conmigo) y seguir a Redecilla, donde me encuentro viendo pasar peregrinos presurosos bajo una tenaz lluvia.

Me pregunta otro asiduo al blog, por el estado de mi glamourosa izquierda. Ante todo gracias por el interés. No había querido tocar el tema para no preocupar a la familia que tiende a exagerar. Mi visita a urgencias en Logroño fue un error... Un error médico. Quizá por las prisas me atendió el bedel y no me dí cuenta. Me dijo que tenía una infección y me prescribió unos antibióticos que me tuvieron algo atontado un par de dias. Hablando con otros peregrinos y cotejando dolencias, obsrvé que varios se aquejaban de la misma que a mi me postraba. La coincidencia hizo el autodiagnóstico y parece ser que es una encantadora epidemia de tendinitis la que hace cojear a muchos caminantes. Ahora voy mejor, siempre y cuando camine más despacio y me dosifique los voltarenes e ibuprofenos de forma constante.

Alguien, también me pregunta por los km que hago al dia. Es relativo. Depende. Llevo una media de 24km, pero camino lo que me apetece,cuado me apetece y me paro donde me da la real gana. Además si una charla con algún paisano, con algún viticultor o con otro peregrino es entretenida no desaprovecho la ocasión.

Y ya que tengo tiempo y pocas ganas de mojarme insisto en agradeceros vuestros ánimos, vuestros poemas y vuestro interés.

Hoy intentaré llegar a Montes de Oca a dormir. Antes de una subidita hasta San Juan de Ortega. Ya sintiendo en las pituitarias el inconfundible olor del lechazo burgalés, al que pienso dedicar tiempo, dinero y placer.

Abrazos y besos repartidos según mande la ley de igualdad.

Llegando a Santo Domingo de la Calzada


No se si los bárbaros dejan dinero, pero mierda....!


Angel "el tripitas" en su huerto


Hacia Nájera


La gente tiene la mania de ir colocando piedrecitas de esa guisa


Azofra a Redecilla 26km mas o menos

Tengo poquísimo tiempo esta vez.
En Azofra conocí a Angel el tripitas. Encantador personaje jubilado que se empeñó en mostrarme su huerto. Luego me llevó a su casa pues queria invitarme a compartir la cena. Me contó cosas del pueblo, de rencillas y envidias y se lamenta de que mañana, por hoy, dia de San Isidro no esté pues el Ayuntamiento da un "luch" (sic). Los hospitaleros de Azofra son generosos y encantadores y me tienen convencido para venir a acharles una mano algún dia. El viaje hasta Santo Domingo es muy bello y allí me espera la fiesta Mayor. Está todo el mundo vestido de domingo y en misa. Entro en la Iglesia y como no podía ser de otra manera me canta la gallina o el gallo, que con tanta gente no sé quien ha sido. Me anima. Es un buen augurio. Unos kilometros más y llego a Redecilla donde me espera una ducha reparadora y poco más pues hay poca cosa que destacar.
Van unas fotos que a ver si consigo titular

miércoles, 14 de mayo de 2008

sigo y cuento por qué

(Perdón por la falta de correcciónes poero es una conexión maléfica y pedigüeña)
Alfonso, deciá, me contó lo de los salteadores y a cuentas de eso se me ocurre proponer a Ayuntamientos y Comunidades, para felicidad de extranjeros y dado que ésto empieza a ser el circo de los Tonetti, cumplir con nuestros tópicos más acusados.
Si tenemos entre rejas a una gran cantidad de cargos públicos, alcaldes, concejales, funcionarios, policias, procurémosles una bella redención de pena, con lo que se abaratarán costos de manutención tan onerosos para la administración y vistámosles en Cornejo al más puro estilo Sierra Morena " Catites, rojos pañuelos, patillas de boca de hacha...ellas navaja en la liga, ellos la faca en la faja..." Se les valorará montar a caballo y un look carpetobetónico y se les va colocando en parejas de siete en siete y a caballo enjaezado a lo largo del camino. Se publicita el asunto fomentando el miedo en los albergues y en los lugares de origen para que los bárbaros vengan a sabiendas y recibirán con alborozo el ser atracados por verdaderos bandoleros. Llegado el caso alguna de las hembras que portan éstos a las ancas puede cantar alguna tonadilla pantojera, dependiendo de la cantidad incautada. En el pueblo cercano se tiene preparado un casón con unos señores mostachudos, vestidos de verde, que te quiero verde y con tricornio acharolado calado hasta los ojos que de muy mala gana reciben las denuncias y reciclan como papel higiénico...y todos tan contentos.
Los guiris tienen cosas que contar en sus tertulias sobre lo atrasado que está el sur, con lo cual seguiremos siendo diferentes. Los corruptos redimen y reducen su pena y se pueden ir a las Caimán a disfrutar antes de sus beneficios escondidos y las CCAA se sentirán orgullosas de ofrecer un servicio importantísimo para el desarrollo y mantenimiento de nuestros "valores eternos.
Y dicho esto....
prometo no fumar esta hierba nunca más-
Bueno, un par de caladitas.
Notas de guión.-
Basado en un poema de José Carlos de Luna: Diligencia de Carmona
que otro dia os recito
Si lo quereis buscar, el primer verso es su título.

Y mi llegada a Azofra la cuento mañana, si hay conexión y si puedo
Aquí volveré algún dia de hospitalero.
Debo contar lo de Angel el tripitas...
Que no se me olvide.
Perdón por la falta de corrección, faltas de ortogreafía acentos y anacolutos (eso es por tí Alfonsolomillo)
Llegado a este punto decido no fumar

Ventosa.........Azofra, gran decisión

salgo mde Ventosa sin desayunar. Soy el último !honores requiero! Voy camino de Nájera y de mi primera felicidad del dia que será un pan con aceite con el que me va haciendo aguas la boca. Son dos horas en las que recordando la charla con Alfonso, culpable de mi ayuno, planeo un guión para el camino. En realidad, no deja de ser una posibilidad para que estos modernos invasores bárbaros cubran sus espectativas sobre nuestro país. Parece increible pero van armados con pitos y otros elementos para su socorro, lo que demuestra que nos visitan con una cierta prevención. Pues bien, ¿por qué no sómos generosos con sus espectativas?. No seamos rácanos en algo que además nos sobra.
Me río solo mientras camino pero afortunadamente un lagarto y un par de escarabajos son mis testigos de cargo.
A lo que iba...
Alfonso, el del bar de Ventosa, me comentó que el año pasado nuestra benemérita detuvo, como no podía ser de otra manera a unos salteadores de caminos y caminantes. !Coño! Luis Candelas ha vuelto.
Sigo en otra......

Decisión logroñesa

Lo de la decisión logroñesa lo contaré más adelante. Desesperación internaútica pero estos chismes de pronto se sublevan y no me deja acceder al borrrador que espero recuperar con más tiempo. En cualquyier caso, paciente lector, no desesperes pués como todo lo que escribo, no era nada importante..
Estaba yo en que he descubierto que estos teutones siguen a rajatabla las indicaciones de un cómico de la tv alemana llamado Hans Peter Kerkelinnk, que despues de hacer el camino, ha escrito un libro, al parecer muy divertido y de gran venta en Alemania. Lo que ha conseguido este interfecto es montar un cuarto raich sobre el camino. Es impresionante verlos empezar la marcha en la madrugada, disciplinadamente y cumplir las etapas al pie de las indicaciones de Hans, con una marcialidad y un desinterés cultural importantes. Así las cosas, considero que es una estupenda opción quedarme antes de Najera, a unos 10km, en Ventosa.
Ventosa es un pueblo poequeño pero importante a juzgar por la instalación de Vallformosa, bodegas catalanas conocidas por sus cavas. Ofrece generosamente un albergue, un mesón y un bar. No hay nadie en la calle, parece un pueblo fantasma.. Eso me permite pasar la tarde relajado y tranquilo manteniendo una agradable conversación con unos señores vascos y una chica de Quebec que me sorprende cuando, al oirme hablar mi miserable francés, me pregunta cosas de España, de nuestra cultura y nuestra historia. Aprovecho la ocasión para hacer una disertación francófona de la H de España desde Atapuerca hasta ahora, sin olvidar el 2 de Mayo, en lo que estoy puestísimo gracias a la fecha y a Galdós, que ayuda mucho. Cuando consigo aburrirla me voy a cenar al bar y hablo con su propietario, Alfonso, tras unos pacharanes caseros hasta la hora de cierre del albergue. Las 10.
Alfonso me pone al dia acerca de personajes que ha visto y situaciones divertidas al respecto.
Recuerda el caso de aquel canario que llega sólo y descargado, pide un cubata para él y un bocata para su porteador que llegará dentro de un rato y tiene que mantener alimentado.
El caso del peregrino ciego que se orienta siguiendo los ruidos de la autopista y que cuando el camino discurre por sendas y trochas grita para, si alguien le oye, preguntarle. O el mutilado con pierna ortopédica que cena en el bar " con las dos piernas" y que para caminar, sujeta la ortopédica a la mochila como si de un paraguas se tratara, y prefiere andar con las muletas..
Me permiten en el albergue leer en la cocina y disfruto de los episodios nacionales como un niño robando chocolate.
No puedo colocar fotos pues es una conexión a internet de máquina, la única que hay en este estupendo pueblo,al que prometo volver y que dentro de un rato paso a relatar.

lunes, 12 de mayo de 2008

Camino de Viana

Toros en Los Arcos, Hospital en Logroño



Descubro que son las fiestas de San Gregorio en Los Arcos, fiestas menores, según los mozos que corren el encierro y que tienen toda la tarde el pueblo cortado. El encierro consiste en soltar unos novillos resabiados desde un camión y hacerlos correr por las calles una y otra vez hasta aburrirlos y por consiguiente a los espectadores. Duermo en el albergue rodeado de extranjeros, especialmente tiquismiquis uno al que el cielo confunda con el que comparto habitación. Como hacemos horarios europeos, a las 10 de la noche debe de estar todo el mundo durmiendo y el albergue cerrado. Esta gente madruga para llegar los primeros a la siguiente etapa. Tienen siempre prisa y creo que les importa un pito el espíritu que dá el camino. Parece ser que se lo montan como marcha senderista. Otro dia confirmaré el dato. Cuando puedo y hay luz en algún lugar del albergue, me quedo conversando o leyendo. Estaba disfrutando de la prosa sin par de Galdós y en eso aparece mi compañero de habitación hablándome en no sé qué lengua y me obliga a apagar la luz, que por cierto no podía molestarle. Pensé en hacerme roncador por un dia ante tanta susceptibilidad pero pude observar que se quejaba entonces de un reloj eléctrico que había en el pasillo y que se empeñó y consiguió quitar. No tenía intención de darle una noche toledana a pesar de haber valorado esa posibilidad maléfica, sin embargo, se la dí. No intencionadamente, pero se la dí. Acabé aconsejándole que debía de irse a un hotel y si no soportaba las cosas del camino, que hiciese la ruta del gilipollas, pero no entendió nada, aunque, eso sí, abría mucho los ojos.

A las 6 ya estaba dando tumbos por ahí. No podía dormir y madrugué mucho, tomé un café de máquina y a las 8 me puse en marcha. Me seguía molestando la pierna pero cuando entré en calor se fue mitigando el dolor. Un paseo precioso, varios pueblos encantadores con iglesia "Del Sepulcro, románica octogonal y templaria y hasta Viana una compañera de excepción Marta Zoreda, periodista Mallorquina, buena conversadora, que termina en Logroño su camino. En un par de horas destripamos la política nacional y construimos varios trajes a diestro y siniestro.

En Viana se nos une un franciscano chileno con el que compartimos mesa y huevos con jamón en un bar. Estamos los tres de acuerdo en que es un momento de felicidad.

Llegado a Logroño y hospedado, me voy al hospital a que me echen un vistazo. Parece ser una infección y debo guardar reposo un par de dias y unir a toda la farmacopea que me acompaña unos antibióticos.

Mi idea es no hacer caso al galeno y seguir andando hacia Nájera. En caso de que no pueda hacerlo, he pensado en viajar en autobús hasta Santo Domingo y allí esperar a mis ya compañeros de viaje. Ya se verá.