miércoles, 11 de junio de 2008

EPÍLOGO

Ya han pasado un par de días o tres desde que volví a dormir en mi cama, creo. Llega uno a casa con la pérdida de la realidad y con una extraña visión de las cosas y de los seres queridos, incluido mi entrenador personal y tenía idea de despedirme del blog, de los que me habeis seguido con paciencia y no encontraba el momento para rememorar la experiencia o quizá tampoco quería despedirme, no sé. Lo hago con cierta nostalgia y cierta pena, por lo que no creo que cuente nada divertido, aunque intentaré ser ameno.

Había prometido que continuaría mi viaje hasta el final de la tierra pero no ha podido ser. No por falta de piernas, que ya las tenía bien acostumbradas al trote cotidiano. Tenía todo previsto para seguir junto a mis amigos hasta Muxía y después pararme a descansar un par de dias por alguna playa gallega provista de algún percebe o alguna ostra suculenta, pero después de comer opíparamente junto a ellos y a dos catalanas con las que compartimos la etapa final, sufrí una especie de bajón psicológico, una falta de fuerza interior, que me llevó a sacar un billete de tren para el lunes.

Ese mismo dia vinieron las despedidas, con alguna que otra lágrima y alguna que otra esperanza. El intercambio de teléfonos y direcciones y los proyectos de futuro reencuentro en "otro camino", en otro año o en otra vida.

He reflexionado mucho sobre lo que se ha dado en llamar "el espiritudel camino" y sin querer caer en los habituales tópicos, quiero concluir y quedarme con lo que este Camino de Santiago me ha dado personalmente. En primer lugar la gente estupénda que he conocido y con los que me gustaría seguir en contacto. Lo que he aprendido de ellos y con ellos y lo que me he reido que, todo hay que decirlo, no ha sido poco. Me quedo con los buenos momentos, las comidas compartidas en alguna fuente y bajo la protección de algún árbol. Esos trozos de longaniza intercambiada por queso o pan. Los momentos de sopas de ajo o paellas de campaña y la emoción de algún foráneo al saborear nuestros guisos más populares. Me quedo con esas palabras de ánimo para los momentos de bajón y de cansancio. Ese "buen camino" que te avivaba las piernas y el corazón. Me quedo con ese pundonor y esa fuerza de voluntad de esa gente mayor, o mayor que yo, que había partido desde mil o dosmil kilómetros atrás y que sonreia cuando el idioma le impedía compartir la charla. Esas sonrisas que decían todo lo que se puede decir y que animaban más que cualquier palabra. El arrojo y la valentía de esos discapacitados que quitan cualquier excusa para no empezar a andar. He visto a personas en silla de ruedas, a otros con una pierna ortopédica; me han hablado de ciegos o de gente que ha olvidado su medicación en algún albergue y así se ha descubierto que estaban en fase terminal de alguna enfermedad.
He visto a lo largo del camino gran cantidad de monolitos o recordatorios de gente que había muerto en aquel preciso lugar. Algunos por accidente, otros porque la muerte les pilló allí y algunos la fueron a buscar. He pensado en la rebeldía de escoger el lugar donde quiere uno morir. Y me he cruzado con gente que volvía desde Santiago andando como lo hacían los antiguos peregrinos...
Por todo ello quiero dar las gracias. Gracias a mis nuevos amigos, gracias a los que me han hecho enfadar en algún momento, a los que me han hecho reir, a los que me han hecho llorar. A mi familia y otros animales. A los que me llamábais por teléfono y a los que no. Gracias a todos los que me habeis soportado las cuatro frases hechas sin repasar a vuelapluma con faltas de ortografía y anacolutos. Y sobre todo, gracias al Camino de Santiago que sigue siendo la mayor fuente de unidad entre gentes tan dispares, de aporte cultural y económico y ejemplo de integración y convivencia. Ojalá siga sirviendo de ejemplo a todos aquellos que sólo buscan en los demás los elementos diferenciadores. A esos especialmente quiero dedicarles este blog y pedirles encarecidamente que hagan ese pequeño esfuerzo de caminar junto a desconocidos para encontrar elementos comunes para conseguir paz, unidad y concordia.
Adios
P.D. Si alguien desea algún tipo de información personal dejo este correo.
bustieper@yahoo.es
Si está en mi mano gustosamente contestaré.

lunes, 9 de junio de 2008

Por fin, Santiago


a, ante, cabe, bajo, con, contra, de desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre y trás SANTIAGO




El título es una forma de ahorro. No voy a desarrollar cada una de las preposiciones que preceden a Santiago pero cada una es lo suficiente explícita para sugerir las sensaciones. Un breve resumen hará la cuenta perfecta de lo que se siente.


A pesar de la llegada, del mal trato recibido por parte de los funcionarios que están al frente de los albergues en Galicia, todo se olvida al avistar los cimborrios de la catedral. Es una emoción indescriptible y contrapuesta. Gran alegría por conseguir el objetivo marcado y enorme tristeza por la misma razón. Han sido emociones tan intensas como una amistad de toda la vida hecha en un instante.


Llega la hora de las despedidas y de los reencuentros para, sin embargo, decir adios. En el Obradoiro me encuentro con amigos del camino a los que había perdido la pista y con los que había compartido casi todo: risas y llantos, duelos y quebrantos. Como es domingo, la catedral está llena esperando más que la bendición del obispo, el vuelo del botafumeiro que se realiza ante las miles de cámaras y el asombro general. !Quien diría que antes colgaban al obispo de los pies con un incensario de mano!. Pués yo se lo dije a alguién y con la colaboración por asentimiento de Corso y Charles quedó estupefacta. Ya al decirle que en lugar de mitra, se colocaba casco para el vuelo y que pasaron a mejor vida por el asunto del corazón tres obispos, la risa nos descubrió la broma, pero quedó pensativa con la posibilidad del "botafumeiring".


Bromas aparte. El albergue del Seminario menor, que tanta fama tiene, también está manejado por una empresa privada y cobra 10€. Hubiese sido mejor compartir habitación en un hostal. Además, es tan grande y tan inhóspito que se pierde la gente buscando su cama por los interminables dormitorios.


Ya hablaré más tendido sobre despedidas y sobre mis amigos, las experiencias y las posibilidades de escribir entre los tres, tres visiones distintas del camino: la de un italiano, un francés y un español. Nos gustaría que nuestro talante latino se extendiese y que los bárbaros del norte entendiesen mínimamente de la filosofía de vida,( los griegos tuvieron la culpa), que nos ha hecho reirnos a mandíbula batiente en situaciones difíciles, duras y complicadas.


domingo, 8 de junio de 2008

LLegar a Santiago







Duro dia se venía por delante y a fé que lo era. En principio 32 kilómetros de constante sube y baja y sudando aguardiente a pesar de canturrear salsa. Paramos varias veces en distintas iglesias, que así hemos dado en llamar a ciertos lugares que también son santos. Cuando crees que vas a ver la esperada catedral aparece una nueva loma. Otra cuesta, otra loma. Se va la luz, los coches amenazantes. Noche cerrada, cansancio tendinitis , la loma, la loma, la montaña otra vez. Que se zurza ese castaño.!!!.



Después de ver las instalaciones de TVGA y de TVE, crees que ya estás cerca, pero no. Quedan otros cuatro. ¿Donde está esto? Los kilómetros no coinciden con lo que decia la guia.!vamos! Pero no. Otra cuesta. Las 11 de la noche. Y otra loma.



Llegamos cansados y doloridos a las 11,30 y un hospitalero prepotente, maleducado y bendecido por un segurata que amenazaba con dejarnos a dormir fuera por tardones, no escuchó nuestras razones y nos riñó de malos modos. Tuve que amenazarle con la posibilidad de dormir en la puerta y hacer fotos que mandaríamos a los periódicos. Al final, y a regañadientes nos dió cama y pudimos dormir. No alcanzamos Santiago donde pensamos presentar hojas de reclamación.



Mañana será otro dia.

Hasta Arzúa



Ya he hablado en otra ocasión de "las piedras del camino". ësta fue para llorar y llorar, llooooorar y llooorar. Y nada me dijo el arriero. Salía yo de la ducha a eso de las 8 de la tarde en el albergue de Arzúa, tan feliz que iba canturreando una canción. No muy fuerte y casi para mí. Al llegar al dormitorio común, mientras me acababa de poner mis mejores galas para compartir cañas y charla con mis nuevos amigos, oigo un imperativa voz femenina, francesa y gatuna que me espetó con acento gabacho inconfundible:
Quierre usted callarr. No puedo dormir.
Al principio creía que no iba conmigo. Al segundo aviso, más feroz que el primero:
Usted maleducado. Usted no me deja dormir...Ya me cabree de verdad.
Me vinieron a la cabeza toda una retahila de colecciones de navajas usadas el dos de mayo por mis majos madrileños y mandé a la francesa a su pais diciendole entre otras cosas que los españoles cantábamos cuando estábamos contentos y que además de no acostarnos a la hora de las cluecas como ella, tambié cantábamos para no escuchar a las brujas gritar.
!Madre mia". Apareció el sufridor perpétuo de la vieja queriéndome explicar y convencer de que tanto yo como mis compatriotas no respetábamos a nadie. Entonces apareció George, mi amigo de Lyon y la bronca se tornó realmente virulenta pero en francés. Entre otras cosas pude entender que les mandaba a Francia y que ellos nunca entenderían a los españoles ni a España, que eran unos franceses prepotentes y que se sentía avergonzado de su comportamiento. Hasta ahí pareció calmarse la cosa pero quia!. Mientras mis amigos y yo compartíamos mesa y mantel apareció la francesa de nuevo, y digo se apareció porque parecía una visión extracorpórea con ganas de bronca. Recibimos todo tipo de insultos hasta que en un punto y seguido pudimos mandarla al lugar donde amarga el pepinillo. La cosa quebró porque nos dió tal carcajada a todos por el inusual envío que aquel trozo de alpargata se sintío avergonzada y con mirada desafiante se fue a dormir. Por la mañana mientras estaba despertándome se me mostró de nuevo, volvió a insultarme y creo que me sacó una foto para publicarla en un libro que dice que escribe. No sé donde cuadrare en tamaña literatura pero supongo que escribe sobre la cria caballar en Okinawa o la desesperación del cangrejo ciego de los mares del sur, porque de España, los españoles y nuestras bellas canciones de ducha, no se ha enterado demasiado.
Y del camino que voy a contar. Las fotos que publico son bastante explícitas y no quiero aburrir con la palabra exhuberante. Sólo recomendar en Melide, el pulpo, por supuesto pero en lugar de Ezequiel, debeis de probar el de A Garnacha.
En el albergue me dió por cocinar un pollo al ajillo que salió francamente "diferente", pero lo disfrutamos unos cuantos y después, como teníamos la llave en nuestro poder nos fuimos a tomar café y lo que se terciase a un bar cercano. Nos llevamos a una pareja de coreanos que sospechaban (por los ojos lo digo) y se lió una juega a base de rumbas y salsa que acabó llenando el local. Mal asunto porque la cosa acabó tarde y el dia siguiente nos esperaba Santiago.

jueves, 5 de junio de 2008

Filósofos

Hasta Palas de Rey


La noche de Portomarín no fue tediosa. Me dio la oportunidad de conocer a un francés, George, desafrancesado, que habla un más que correcto español y que reniega de determinados comportamientos de sus paisanos galos y de un italiano pausado e inteligente que gracias a una beca Erasmus/Orgasmus también habla nuestro idioma. hablamos de historia, de lenguas para unir, de ideales perdidos y de cómo y dónde encontrar nuevos motivos de ilusión social. Como latinos nos une entre otras muchas cosas la rebeldía y el gusto por saltarnos las normas. Es decir, que reunidos alrededor de una botella de Ribeiro repasamos nuestras coincidencias y buscamos nuestros nexos comunes. Tan agradable fue la compañía que el camino que nos separa hasta Palas lo hacemos juntos, charlando y a buen paso. La verdad que me llevan con la lengua fuera y estoy seguro que lo hacen ladinamente para que no pueda hablar.
Destaco también mis pinitos en japonés. Bueno, cómo decirlo?, un peregrino nipón con sonrisa constante y redorada que además habla un inglés peor que el mio, que ya es decir! se interesa, creo por los mejores brandys españoles. Creo que quiere llevar hacia el sol naciente alguna buena botella para que su hermano disfrute de un sol más reluciente. Le recomiendo Luis Felipe y que lo compre en Barajas cuando vuelva. Cada vez que me saluda, ya no me dice el consabido !Buen Camino!, ya me grita Luis felipppe, o incluso Dqqque deeeeearba!. En fin, a cambio he aprendido a decir correctamente Arigato y Tosiro Mifune.
El Albergue de Palas de Rey está lleno por lo que decido con mis nuevos amigos ir al albergue que hay antes de entrar, a un kilómetro escaso. !Qué desastre! Parece mentira pero en Galicia, que los albergues son la llamada de la Xunta para atraer turismo, están desabastecidos, mál mantenidos, no hay papel higiénico y la cocina es preciosa pero no se puede usar porque no hay utensilios. Lo peor es que para albergues con capacidad para 150 personas solo hay cutro baños y seis duchas. Un desastre que no creo que tengan idea de solucionar. Por cierto, los hospitaleros, que no son voluntarios, cobran una media de 1200€ brutos y no parece que se interesen ni lo más mínimo por los peregrinos. Cómo recuerdo Navarra, La Rioja , Burgos, Palencia o León con sus albergues, quizá más sencillos pero bién provistos y atendidos desinteresadamente, en los que lo primero que recibía ere una sonrisa caríñosa. No perderé la esperanza.

miércoles, 4 de junio de 2008

A Portomarín





La ruta es cada dia más variada y por eso no merece demasiado comentario. Hay que verlo. Los bosques, los rios los pequeños pueblos que son ni eso. Me paro en uno de ellos. Una pequeña explotación ganadera con la excusa de pedir agua, que me dan con sonrisa incluida, y con la idea de charlar. Tiempo falta al abuelo para sentarse conmigo y contar de sus vacas hasta los chismes. Me estremece cuando me cuenta que no sabe por qué pero le han dicho que hay un acido en el cielo que ha estropeado muchos árboles. Las frutas de hueso y parte de la huerta las ha perdido por eso y el pedrisco. Pero lo toma con la sonrisa de tener un buen y cumplidor seguro agrario. Paso el mítico kilómetro 100 y antes de ver el Miño, una agradable sorpresa. Lo que en principio parece el bar de los que ponen los paisanos para hacer pingües negocios con peregrinos no es tal. Me paro en Mercadoiro, donde dos amigos de Valencia han puesto un acogedor bar restaurante donde no quedan más que casas abandonadas. Pronto tendrán albergue también y les auguro un gran futuro pues tienen bun gusto y buena música.
Poco más hasta ver el Miño. Impresionante llegar a Portomarín.

Camino del ágora

A Sarria

Levantarse por la mañana helado en el jodido albergue para medusas y ver , mejor dicho, no ver, más que tu mano derecha es algo que te hace meditar sobre las duras condiciones de vida que sufren los que habitran la zona. Me propongo llegar a Triacastela y hacer una comprita para el refrigerio y lo hago disfrutando de verdad. Un paisaje verde, con todas las gamas del verde y verde que te quiero verde, camino alegre entre castaños y robles, pastos vacas filósofas y perros agostados en el frio. En Triacastela hay dos opciones para el caminante: O Samos, o San Xil. Decido la segunda pues ya conozco Samos y marcho disfrutando del color que da el sol y la sombra que dan los carballos. A veces el camino entre bosques y en solitario produce un cierto escalofrío pero la preocupación de no caer por los arroyos, que también son camino, hace olvidar el miedo. No llego a Sarria y me quedo a dormir en Calvor, en un pequeño y confortable albergue de los tantos que ha puesto la Xunta. A su cuidado una empleada que se supone que está mal pagada. Más tarde confirmaré el dato pero estoy convencido que la Xunta no valora el trabajo de los hospitaleros no voluntarios. Está tan aislado que hay que ir a cenar a 3 km y los del bar te vienen a buscar en coche. Un lujo!

En el Poio

Subir el Cebreiro



Me tomo con calma el verdadero ascenso, que en realidad empieza en un pueblecito que se llama Ruitelan . Hasta ahora y desde Vega la cosa no se había puesto seria. Pero los 8km que siguen son bastante empinados y pedrgosos. Se van encontrando momentos y lugares para tomar aliento y agua, además de un pequeño refrigerio que comparto con Elías al que encuentro por el camino. Elias cumple su camino en el Cebreiro y se despide. Ya relizó esa parte en otra ocasión. Elias, es un profesor de español, en Texas, si donde las peliculas!. Habla español mejor que camina. Tiene un problema de artrosis o artritis en su rodilla que le hace más dificil, si cabe, andar, pero tiene tal pundonor y entereza que sonríe siempre que pasas a su lado y te dice que no te entretengas. >Otro personaje al que tomo cariño a fuerza de vernos y de compartir algún salmorejo que tuve el gusto de construir la noche anterior, para ser deconstruido por la parroquia. Otro punto que anima bastante en la subida es el enorme mojón que anuncia que acabas de pasar la línea de Galicia. Ahí me paro un rato junto a Elias y gente de varias nacionalidades que preguntan por la importancia que se le da a tal división. !Si yo te contase! Pienso por lo bajo pero me resisto a soltar el mitín.
Por fin el Cebreiro. Están rodando una peli. "Al final del camino". Me entretengo un ratillo hablando con técnicos y actores y recordando viejos tiempos. Me dicen que como es normal tienen copadas todas las plazas de hotel y albergue, por lo que decido caminar unos kilometros más y marcharme hasta el Poio, a un albergue que no recomiendo por húmedo y sucio.
En el Cebreiro me despido de Elias, con un fuerte abrazo y la esperanza de volvenos a ver. Me invita a Texas. Gracias amigo, pero gracias por tu afable conversación y por haberme enseñado tantas cosas, sobre todo lo referente al funcionamiento del sistema electoral americano.

Charla en Ruitelan

Hacia Galicia

lunes, 2 de junio de 2008

De Villafranca a Vega

La salida del precioso pueblo de Villafranca del Bierzo se hace tranquila y ya llevando en la mirada la cercanía de Galicia. Ya se huele a caldo, ya se oye el cálido acento gallego. Salgo con Elías, el amigo americano, de Texas, a quien dedicaré tiempo en estas páginas pues lo merece. La lenta subida hacia Vega de Valcarcel es bastante amena. Se anda por el andadero que ha dejado la vieja nacional VI, pasando bajo los inmensos pilares que sostienen la nueva autopista que tanto costó terminar y oyendo el cantar del rio truchero.
Poco más que contar, salvo que he preferido acortar esta etapa para salir con fuerzas y emprender con más ganas la subida al Cebreiro,además de no encontrar problemas de albergue allí arriba.
Hablo con peregrinos y algún que otro abuelo que me cuenta su vida, si literalmente: su vida.
Pero lo más de lo más: Me encuentro con un peregrino cargado con dos mochilas. Es médico y me cuenta que lo hace por una promesa. Y ahí viene lo curioso. No es una promesa hecha por él, sino por su suegra. La buena mujer prometió que de cumplirse cierta gracia, que no se cuenta, su yerno iría de Ponferrada a Santiago, con todos los pertrechos, pero durmiendo al raso y comiendo en la calle. "Cosas veredes".
Me comprometo a dedicar un capítulo de este blog a hablar de gente que he conocido o de la que he tenido noticia, verdaderamente extraña, que los hay, !y muchos!.

sábado, 31 de mayo de 2008

Villafranca


Bajando de La cruz de Ferro




Ponferrada a Villafranca del Bierzo.

Salgo de Ponferrada lo más tardar que me permiten los hospitaleros pues los rigores de la noche anterior me daban razones para templar tiempos. Emprendo la marcha y al pasar por delante de Cubelos (el mejor pulpo de la zona y más...), me llevo la sorpresa de que está abierto, contrariamente a lo que me había anunciado meses atrás. Saludo a Nino que sigue teniendo su porte de portero de la Ponferradina que fué y la simpatía de siempre. Le increpo por no avisar a "pulpistas" y viajeros de que continue abierto y me dice que le queda poco y que lo mantiene por cierta nostalgia hasta vender el edificio. Me invita a un café y al decirle que mi intención hubiese sido cenar como correspondía, en su casa y con pulpo, le falta tiempo para convidarme a una abundante tapa y un vino. La mezcla, a esas horas, con los cafés y el desayuno previo, me pone las pilas y empiezo a caminar, aleccionado por sus consejos de no "picar" por las nuevas indicaciones del camino, y de seguir la verdadera ruta, que es todo recto. La variante es un regalo de Endesa, como premio otorga a peregrinos 4km de más y se debe al trato con el ayuntamiento de hacerse cargo de la señalización a cambio de cambiarla por el trazado que les convenga. Adelanto lo perdido y marcho en mis cosas hasta cerca de Villafranca, donde el camino hace otra "gracia" de regalo merced a la voracidad comercial de un par de pueblos insignificantes y que al parecer les resulta más fácil engañar a los peregrinos que dedicarse a las labores agrícolas. La viña, y la uva Mencía se lleva la palma. Al llegar a Villafranca, eso sí después de jugarme la vida en la carretera, puesto que no hay ni andaderos ni arcenes, me aposento en el albergue de Jato, donde son amables y al parecer muy modernos: Las duchas son comunales y no tienen puerta. Los retretes sí. De donde deduzco que se avergüenzan más de las deposiciones que de los cuerpos que las producen.
Encuentro luego una tienda de vinos donde pruebo un mencía jóven muy satisfactorio y cuando acabe con ésto iré por el crianza.

viernes, 30 de mayo de 2008

Ponferrada, problemas y soluciones

La cuestecita que nos lleva hacia Ponferrada es dura y peligrosa. Eso sí, bajando, pero quizá más dificultoso, por las tendinitis y los resbalones que subir. El regalo de la llegada a Molinaseca es un rio, que en verano forma una presa pequeña y en el que da gusto bañarse. Con el frio que hace eso es imposible pero se agradece un baño largo de pies para relajar. Al cabo de media hora, los pies como nuevos y una bolsa de cerezas en la mano, salgo a toda prisa hacia Ponferrada con la esperanza de encontrar una óptica donde me puedan hacer un cristal para mis gafas. Pensaba que podría aguantar hasta la vuelta sin ellas pero se me hacen imprescindibles. Sigo con mi buena estrella y encuentro en Ilusión öptica unos profesionales de tomo y lomo que se desviven por solucionar el problema y a fe que lo hacen. Más tarde y como ya conozco la ciudad, me voy a relizar las labores propias de mi sexo. Hago la compra. Mis sopas de ajo se están haciendo famosas en estos pagos. Compartimos las sopas y la velada varios humanoides de varias nacionalidades, las disfrutamos y para terminar como corresponde, Diego, el hospitalero por accidente y devoción, que también disfrutó de la sopa, nos propone tomar unas copas, para terminar dignamente, en un bar cercano. Accedimos como poseidos por una fuerza demoniáca. !Un gin tonic a las 12 de la noche!. Casi ni recordaba lo que era ni a qué sabía. Buena charla, lo humano y lo divino como temas de actualidad. Un dia de suerte. Un dia feliz.

jueves, 29 de mayo de 2008







Ponferrada al fondo y varias vistas de los montes de Leon y sus caminos

La etapa bonita


Amaneció de niebla espesa, pero me premió de nuevo el sol la paciencia y comencé la subida a La mítica Cruz de Ferro con un suave calorcito que acabó de templarme los frios de la víspera. En Foncebadón, en el bar, tomando un café me encuentro con un francés que me abraza y al que no recuerdo. Dice que se siente agradecido por mis consejos gastro-vitivinicolas para su paso por Leon y me dá conversación en francés. Yo, que no tengo cabeza en ese momento para recordar el dos de Mayo, le sigo la corriente, hasta que aparece Elias, un profesor texano, acompañado de Fernanda, que como no podía ser de otra manera me saluda a voces y risas y me pregunta por mis fríos. Correspondo a la ilusión con un café y reemprendemos juntos el ascenso aunque nos vamos separando por nuestros diferentes trancos. Ya en la cruz, compartimos durante más de una hora las pobres vituallas y disfrutamos del sol, del paraje y de la conversación. Más tarde el descenso, cada uno por su cuenta y a su ritmo puesto que es muy problemático por lo empinado y por las piedras pero llegamos al Acebo bien y con bien, a diferencia de algún otro peregrino que ha visto acentuada su tendinitis o ha sufrido alguna lesión más grave que ha llevado sus huesos al hospital de Ponferrada.

Errores cometerás

En el albergue de Rabanal, cometí el primer error del camino, error de principiante ..
Me fié del radiante sol que me acompañó hasta la puerta y se me ocurrió lavar la ropa, incluyendo la de abrigo, craso error. Mientras mis pantalones y mi forro polar bailaban frenética y alegremente en el bombo de una lavadora, el cielo se tornó oscuro y regaló una ventisca de tres pares de...¿esquimales?.. Debido a que mis protecciones naturales en forma de grasa se han ido perdiendo por esos caminos de Dios, me hirió el cuerpo una tiritera insufrible. Bajo una estufa y engalanado para pasear por Benidorm en Agosto, intenté paliar mis frios con un par de vasos de vino berciano que me ofreció caritativamente mi ya amiga Fernanda, una brasileña simpática y bullanguera a la que ya había oido de lejos en algún albergue anterior. Al ver que mis frios no se curaban y aumentando su caridad me prestó para mi abrigo un precioso pareo brasileiro que, todo hay que decirlo, causó la admiración de la troupe teutona. Fui objeto de atención fotográfica, que antes que turbarme, me causó un gran divertimento y por supuesto me quitó parte del frío.
Conseguí secar mi ropa sobre los radiadores y después de una recuperación a base lomo y huevos fritos con el consabido berciano conseguí paliar el frio y jurar mil veces que no lavaré la ropa hasta que haga sol por la noche.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Rabanal del Camino


Por fin se acaba la llanura. Por fin se empiezan a ver robles, bosques y huele a monte. Lavanda y lo que parece ginesta y me recuerda mi Mediterráneo. ¿Para muestra un botón?. En este caso un "roblón". Este viejo roble que hay que abrazar para tomar de su fuerza me hace sentir la alegría de la vida y la fe en mi mismo. Sensacional y apuesta fiera al reto que se avecina después de Rabanal. La cota más alta del camino, la cruz de Ferro. Pero eso será contado en la ocasión que corresponda. De momento, en el albergue, me preparo para la oferta de cocinar de nuevo. Hay quien propone una paella. Ya veremos. !Al final me convierto en el cocinero de campaña!.

A gusto eso sí, pues me divierte y me relaja.

Asturica Augusta y sopas de ajo.







Lo más destacable de este trecho es sin duda el fenomenal puente romano de Hospital de Örbigo. Aquí a un tal Don Suero de Quiñones se le cruzó por lo que tenía debajo de la celada que ningún otro caballero franquería el puente sin su permiso y por sus quiñones que lo hizo. Ideales caballerescos le empujaron a tamaña quiñonada.



Ahora dá gusto cruzarlo, e incluso volver la vista atrás.



Conviene avisar a caminantes venideros que después de Hospital de Órbigo, el camino se ve desviado por la astucia o picaresca de los dueños de los albergues o bares de Villares y Santibañez. Yo no piqué. Por mis quiñones, que para engañarme hacen falta más quiñones, y seguí por la lógica del camino que evidentemente circula siempre junto a la carretera, que para eso se ha construido según el trazado del Camino de Santiago. Además se ahorran un par de kilometros. El camino de los astutos y el verdadero se unen en el Crucero de Santo Toribio desde donde ya empiezan a verse a lo lejos los montes que habré de franquear.



En el Albergue de Astorga, aburrido del menú peregrino, llamado así por serlo en viandas, decido unirme en esfuerzos para conjurar una sopa de ajo al más puro estilo de la verdad. Con un par de botellas de bierzo-mencía dimos cuenta de tan antigua pitanza y sembramos la admiración de la ingente prole multiétnica.

Asturica Augusta y sopas de ajo.

Villadangos por la mañana: mejor humor


La salida de León es poco simpática, entre naves industriales y barrios periféricos hasta llegar a La Virgen del Camino, donde empieza el campo y ya da gusto caminar. Veo cada vez más gente nueva y he perdido de vista a los corredores de las primeras etapas. Quizá ya hayan cumplido con el santo o se hayan pasado nadando en busca de la Atlátida. De ser así se la pasarían de largo también. Mis pasos van por lo que sigue siendo un páramo que sólo se franquea recordando aquello de Machado:

Por la terrible estepa castellana, al destierro con doce de los suyos, polvo sudor y hierro, el Cid cabalga,(aunque sea Leon). Me animo paulatinamente. Poco a poco, migaja a migaja.

Acompaño este pobre comentario con foto de mi compañera inseparable, que por ser producto del sol me alegra lo que queda del dia.

lunes, 26 de mayo de 2008

Leon-Villadangos...estepa

La despedida de León como no podía ser de otra manera fue en La Bicha y con su morcilla. Paco sigue como siempre...echando al que no le gusta y cerrando cuando se cansa, pero la morcilla es insuperable.
Me levanto con cierta flojera y voy al centro de salud a preguntar por mi azucar y a pedir unas pastillitas que me faltan. He adelgazado bastante, pero me mantengo en niveles aceptables. Y la flojera será porque estoy un poco de bajón. Me quedo solo, Lia y Irene se van a quedar en Leon a descansar un dia y reponer sus pies que los llevan de luto. Yo decido marcharme. El camino hacia Villandangos no puede ser peor. Pegado a la carretera y a veces compartiendo arcén con los coches. Muy peligroso.
Llego cansado al albergue y como se puede comprobar con pocas ganas de nada.
Seguro que mañana será otro dia mejor...

domingo, 25 de mayo de 2008

Mansilla a León y adios a Harry







Es una etapa corta. Unos 17 km , para los que nos cuesta ponernos en marcha. Hace frio y el tiempo amenaza de nuevo lluvia. Después del desyuno nos ponemos en marcha los cuatro y vamos aligerando el tranco pues tenemos ganas de llegar a Leon. De todas formas nos detenemos a tomar café, siempre con la esperanza de que Lia no olvide el puñetero bordón. Pero irremediable e irremisiblemente y como todos esperábamos, a Lia se le olvida el palito y tiene que volver. Unas risas... Esta encantadora y olvidadiza Holandesa que habla español con ganas, debe comprarse algún artilugio que avise cuando se separe de él. Un pito o algo asi, o quizá mejor colgarse el palito de las orejas. Se excusa y nos habla de su compañero Víctor, que parece ser que le riñe por lo mismo. Nosotros le seguiremos riñendo.



La llegada a Leon es algo accidentada pues el trazado del camino va por un polígono industrial y luego paralelo a la autovía de circunvalación que hay que cruzar con gran peligro para nuestra integridad y la de todos los que se aventuran a esta locura. Sería de agradecer un puentecito o un semáforo.



Decidimos ir al albergue municipal, que no tiene hora de cierre y para nuestra sorpresa, está casi vacío. Todo el mundo prefiere ir al de las monjas, que está en el centro, a pesar de que son más estrictas con el horario.



Hoy es un dia triste pues nos abandona Harry, el irlandés sonriente y bonachón, de quien he aprendido muchas cosas y al que agradezco su paciencia con nuestro país. "Harry, estás en España...disculpa las molestias". Le acompañamos a sacar el billete de Renfe cuyo precio le cabrea y con razón pues le cuesta más caro que ir a Manchester. El mal humor se subsana cuando vamos a comer. Lo tenemos complicado pues son más de las cuatro y vamos al estupéndo restaurante de mi amigo Alberto, La ruta Jacobea (frente a los jardines románticos, cerca de San Isidoro). Como siempre amable, nos propone vover a abrir la cocina para sorprendernos con un cocido maragato i m p r e s i o n a n t e, regado con buen caldo leonés. "Ahí es ná".



Alucine multiétnico. Visita a la Catedral para dirigir hacia las viandas hacia nuestros maltratados intestinos y café de despedida. Estación y emoción; a nuestros pañuelos se suman los de varios amigos que Harry a hecho en el camino. Hasta pronto amigo y espero que me confieses alguna vez si eras un espía coreano disfrazado de británico. Un abrazo, te echaré de menos.



Bercianos a Mansilla




La senda es aburrida y enloquecedora. Primero por el viento, segundo por la monotonía y tercero por la amenaza constante de lluvia. A la derecha siempre, cada diez metros un árbol que ni protege, ni asegura, sólo cansa. Lluvia hasta Mansilla y después de instalarnos en el Albergue y tras un mal entendido con los hospitaleros una cena "cosmopolita" entre holandeses, ingleses italianos y yo, que ya no sé lo que soy, pero creo que sigo siendo yo. Europa me mata!! Unos chupitos con Harry que me pone al dia de la "no" constitución inglesa y otras curiosidades británicas y unas risas comentando sus problemas al intentar imprimir su billete de avión a London. Curiosamente se imprime en coreano. Primero pensó que eran cosas de la informática, pero la hospitalera, Laura, resolvió el enigma al descubrir que los coreanos, que los hay por este camino, utilizan los ordenadores, que a veces los hay por el mismo camino, cambian la entrada de las fuentes y reprograman el disco o algo así, para escribir en su lengua, claro. Pero, cuando lo dejan, lo hacen sin volver a la forma original. Lo que ocasiona sustos para usuarios que desconocen esa escritura. Es decir. todos los no coreanos.


sábado, 24 de mayo de 2008

Terradillos- Guardia Civil,Sahagún y Bercianos

La salida del albergue se retrasa por lo menos para los que no estamos locos todavía. El cielo no pudo esperar y abrió sus aguas para anegar campos y mochilas de presurosos caminantes. Mis amigos, Harry, Lia, Irene y yo (que también soy amigo mio), preferimos esperar a que escampe y salimos sin prisas cuando amaina, porque se resiste al escampe.
Fresco y agua que con charla y buen paso hace corta la llegada a Sahagún donde tenemos pensado visitar alguna iglesia. Eso me permite hablarles del arte mozárabe y de los árabes y su expulsión. Los reyes católicos y los judíos también me ocupan, pero ahí lo dejo pues empiezan a dormirse bajo la lluvia. Cuando llegamos a Sahagún luce un sol tímido que invita al turismo cultural pero de pronto encontramos a un apesadumbrado jovenzuelo alemán que nos cuenta que le han robado la cartera y no sabe qué hacer.
Como buen samaritano insisto en que debe presentar denuncia en el cuartelillo de la benemérita. y hacia allí nos dirigimos. En el fondo me hacía ilusión que conociesen también a nuestra policía más significativa y me hubiese gustado que todavia fuesen tocados de tricornio para que la visión fuese más explicita.
Me sentí orgulloso cuando entramos el alemán y yo, y un guardia solícito, marcial y eficiente dijo con voz grave mirando de frente al teutón:
-¿Cómo te llamas?
y el alemán contesta
-Hans ghertrofenwawerrrr.
Y el número le mira a la cara fijamente y le reponde:
-Espera un momento.
Al cabo, saca de un cajón una cartera. La abre, mira la foto, mira a la cara del chico y dice.
-Por el nombre no sé, pero por la cara eres tú.
Y le dá su cartera.
Qué contento se puso. Le habían quitado solo 150€ pero le habían respetado las tarjetas y el carnet.
Ya pasó el tiempo destinado a la cultura y decidimos comer en la plaza cualquier cosa y salir hacia Bercianos. Larga y pesada tarde con varias tormentas que caen sobre nosotros. Al final, recibimos la mejor recompensa. El albergue de Bercianos no sólo es acogedor en sí mismo. Lo llevan dos hospitaleras entusiastas y simpáticas. Marian y Angeles nos tratan con cariño y generosidad. Es un albergue recomendable a todas luces. Además el pueblo, que es de 100 habitantes sigue manteniendo tanto en la taberna como en la tienda unos precios acordes con el lugar. Mención especial a los benefactores del albergue: Antonino y Tina, con los que compartimos, Harry y yo, despues de cenar una botella de orujo de su propia factoría.

jueves, 22 de mayo de 2008

Fe de erratas o fe de mentiras.

Lia y Harry acaban de leer lo que he escrito sobre la etapa y les ha producido una risa floja que dijese: "hemos parado a comer y beber agua". En honor a la verdad debo añadir que en los tres pueblos que hemos parado nos hemos refrescado también con cerveza.
Todos contentos!!!.
Añadir, ya que estamos, que en la foto, hecha al llegar, todavía sin ducha y maquillaje, aparece a la izquierda Irene, la chica italiana que anda sóla desde que se marchó Fabio.

La etapa casposa


Entre Carrión y Calzadilla el camino va por una llanura de 17 kms bastante aburridos. Es una via romana más antigua, claro, que el camino de Santiago. La via Aquitania. Todo lo romana que se quiera pero como ya dije en alguna ocasión, en tiempos de César, el MOPU hacía lo que quería. Estarían cabreados o con problemas sindicales porque creo que construyeron la Via bajo huelga de celo. Ni una curva. Ni una subida, todo recto, todo llano...y menos mal que el sol no se ha vengado de todo ello, por lo menos hoy. He viajado acompañado de Harry y Lia, charlando y la cosa ha sido bastante agradable. Hemos parado varias veces a comer y beber agua y charla que te charla, nos hemos plantado en el albergue de Terradillos. Poco más que contar. Dentro de un rato a cenar el menú que ofrecen aquí, donde no hay nada más para elegir.

miércoles, 21 de mayo de 2008

SORPREEEEEESA!!!!!!!!!


Boadilla, Fromista, Carrión


Salida del albergue Putzu a buena hora con desayuno en la taberna del pueblo y el sueño de parar frente a la preciosa iglesia románica de Fromista. Llego bien y me doy cuenta de que los precios no se corresponden con un pueblo de su tamaño. Creo que están matando la gallina de huevos de oro. Me abastezco convenientemente: Una longaniza, pan, una lata de espárragos, otra de atún y fruta. No me duele la carga pues pienso montarme un piknic en un par de horas. Tengo por delante unos 20km llanos y con pocos pueblos. Me paro en uno ,cuyo nombre no recuerdo y al abrigo del átrio de una iglesia dispongo mis manjares y a fé que los disfruto. No hay taberna pero sí una especie de área de descanso para peregrinos donde tomo café. Un ruso algo pasado de vodka y una rusa algo pasada de carnes lo atienden con poca intención. Dos horas tardo en cubrir los 9 mkilometros restantes hasta Carrión donde soy bien recibido por las monjas del Espíritu Santo. Buena ducha, habitaciones para peregrinos y un colegio de niños excursionistas y bulliciosos que amenazan la noche.

Salgo a dar una vuelta y a buscar un sitio para cenar y me llevo una agradable sorpresa: Larry, el irlandés que dejé en Logroño aparece con su simpatía y me propone cenar juntos. Como no podía ser de otra manera pregunto a un señor del pueblo que me indique un mesón apartado del tráfico turístico. Nos manda a uno estupéndo y barato de donde salimos más que satisfechos gracias a la morcilla, las jijas y una sopa de ajo que nos dá más ánimo y más fe.

Y la sorpresa final. Las monjitas me dejan acostarme tarde y estar en internet hasta ahora. Una ha aparecido dos veces por este cuarto a reñirme maternalmente pues debo descansar, pero me permite seguir.

!Quien lo iba a decir!

De Burgos a Hontanas y Boadilla del Camino




Poco que contar: ando bien y ando sólo. Buen tiempo y paisaje aburrido por demasiado verde. Pienso, canto, me detengo aquí y allá. Hablo con paisanos en las tabernas donde me paro a refrescar mi sufrido gañote. Camino contento y féliz hasta llegar Boadilla donde tengo la duda sobre el albergue. Me llama la atención la disposición de uno recien abierto que atiende Serafín. Allí nos juntamos unos cuantos peregrinos y se nos impone con cierta marcialidad unas condiciones estrictas pero aceptables. Por otra parte tiene la ventaja de que no quiere turistas y que puedes quedarte hasta que quieras leyendo o tocando la guitarra. Además, prohibe tajantemente levantarse antes de las 7, cosa inusual pero fantástica. Entre los que nos encontramos allí hay que hacer la cena. Los víveres los pone Serafín y el resto lo hacen los peregrinos. Un italiano, que ha descubierto que no vale la pena correr, nos regala con unos espaguettis al dente, con ese punto que sólo tienen los italianos y yo hago una especie de paella en un puchero grande, con más voluntad que fortuna. No sale mal y todos disfrutamos de la cena, la compañía y del tiempo de sobremesa y tarantela.


Un placer.

A Burgos


El grupo de cacatúas francesas toca diana a las 5 de la mañana y consiguen desvelarme y cabrearme. Es de noche y hace frío. Deambulo un rato maldiciendo y rememorando el Dante y L'inferno para esa brujas malditas. espero a que se haya ido todo el mundo y recobrando la tensión arterial salgo hacia la panadería donde hago un desayuno a base de aceite de oliva y pan reciente que me produce un cambio de carácter confortable. Traspongo la sierra de Atapuerca rememorando las explicaciones sabias del dia anterior y allí reencuentro a mis amigos italianos. Una encantadora pareja de enamorados que bailan su amor alrededor de unas piedras y quien sabe si se conjuran para siempre. Hoy celebrarán su despedida pues Fabio debe volver a Venecia a trabajar. Irene seguirá el camino con nosotros y prometo cuidar en lo que pueda de ella. Me voy encontrando con viejos conocidos conforme pasa la mañana. Margarita, una sueca que ha vivido muchos años en España y que domina nustra lengua. Harry, un pastor protestante holandés de más de dos metros y con cara de bon vivant y Lidia y Puy, dos chicas, una californiana que habla español y una estellesa que marchan juntas. La pesada entrada a Burgos por un polígono industrial la hacemos amena entre todos cantando y charlando.

En Burgos decidimos, para no privarnos de una visita tranquila a la ciudad, dormir en una pensión que resulta ser, aunque limpia algo desvencijada. Pensión Victoria, se llama, supongo que por vencer el paso de los años. Sin ducharme me voy a Ojeda a comerme el lechazo soñado y trás la comida, tomando café en la barra conozco a una encantadora señora de 88 años, de Madrid. Entablamos conversación e intercambiamos direcciones. Amanda Puebla, se llama. Más trade nos reencontramos todo el grupo y vamos a ver la catedral donde tengo que hacer, y a gusto, de cicerone, para ellos, para una danesa que anda con un sudafricano y mis pobres explicaciones llaman la etención de una centena de jubilados portugueses que se suma a mi performance cultural. !Lo que me faltaba!.

Paseo por la zona de vinos donde el pastor se pone divertido y empieza a tomarle el gusto a las tapas de morcilla. Algunos intentos de canto gregoriano (el tío canta muy bien) y tras el cuarto vino les propongo ir a Patillas, un lugar curioso de Burgos donde la gente se arranca por sevillanas o bulerías según cambien el aire o el vino. Maldiciónes por estar cerrado y a la cama.

Al dia siguiente, nos perderemos de vista y espero volverles a encontrar pronto.

Atapuerca, mención aparte











Llego a Atapuerca y consigo la última plaza del albergue y trás la ducha reparadora corro a buscar plaza en la visita guiada. Lista de espera, como en los aviones pero tengo suerte y consigo meterme en el autocar que nos lleva en diez minutos al yacimiento arqueológico. El guía está tan documentado que dá la impresión de ser uno de los arqueólogos que sólo trabajan allí en julio y agosto. No voy a relatar aquí lo que es el yacimiento y de su importancia, os remito a las paginas de internet donde encontrareis toda la información que os plazca. Sí os recomiendo encarecidamente que algún día curseis visita porque vale la pena.

Por fin internet en Carrión de los Condes


He encontrado albergue en un convento de encantadoras monjitas que para mi sorpresa y la de viandantes, no solo son acogedoras sino que tienen de todo. !Hasta internet a precio normal!.

Haré un resumen de los dias que he faltado desde Belanvistia hasta ahora que espero no aburra a las piedras.

Decíamos ayer:

Me encanta esa frase y la tenía que colocar.

Salí del albergue brasileño hacia montes de Oca con buen tranco y menos molestias. Cielo amenazante que cumple su promesa inexorable al llegar al principio de la cuesta. Emprendo la subida en cuanto amaina con la esperanza de llegar a San Juan de Ortega sin agua. Paro en la fuente de Pan Mojado a descansar y refrescarme con su chorro contínuo y generoso, mientras disfruto de las mejores vistas de la sierra de La Demanda. Una delicia!.Y me vuelvo a sorprender de la estulticia bárbara: ninguno de los que van pasando a mi lado y que oyen la llamada musical del agua, se detiene. No se fian porque creen que sólo se puede beber el agua del supermercado. Peor para ellos!. Y pasan y pasan a velocidades de marathon cuesta arriba, miran con desprecio y la mayoría ni saluda.. La subida termina en una pista forestal larguísima hasta San Juan. Unos niñatos en quads burlándose a toda velocidad de los peregrinos a los que hacen saltar a los sembrados sin miramientos me hace llamar a la Guardia Civil, que ya en San Juan aparece en su patrulla solícita y eficiente. Gracias por velar en los caminos indefensos. Gracias.

San Juan de Ortega, cuya iglesia es una preciosidad románica en la que sucede, en los solsticios de verano e invierno, un hecho que se tiene por milagroso y ha pasado a formar parte de otra leyenda más del camino. En esos dias, y sólo en esos, un rayo de sol entra por una de las ventanas del coro y avanza por los muros hasta que ilumina centrada y perfectamente un capitel, el llamado de la Anunciación..

Mi intención es dormir en Atapuerca hacia donde parto alentado por los pocos kilómetros que me quedan, siete más o menos, pero una espectacular tormenta me obliga a refugiarme en Ages, en un bar que se llama El Alquimista, donde apetece entrar pues tiene buen ambiente y suena jazz. Lástima! está atendido por un alemán políglota y mal encarado que hace de la promesa un mal resultado y tal como le digo a él, prefiero mojarme que seguir viéndole la cara. Espero que cuando vuelva por allí, lo atienda una persona de mejor carácter y menos sentencias tópicas.

¿Castilla navegable?











Pues sí. Para quien no lo sepa estas fotos de las exclusas que hacían subir y bajar los barcos tirados por récuas de animales. En este sistema que data de la Ilustración, se basó la construcción del canal de Panamá.