domingo, 8 de junio de 2008

LLegar a Santiago







Duro dia se venía por delante y a fé que lo era. En principio 32 kilómetros de constante sube y baja y sudando aguardiente a pesar de canturrear salsa. Paramos varias veces en distintas iglesias, que así hemos dado en llamar a ciertos lugares que también son santos. Cuando crees que vas a ver la esperada catedral aparece una nueva loma. Otra cuesta, otra loma. Se va la luz, los coches amenazantes. Noche cerrada, cansancio tendinitis , la loma, la loma, la montaña otra vez. Que se zurza ese castaño.!!!.



Después de ver las instalaciones de TVGA y de TVE, crees que ya estás cerca, pero no. Quedan otros cuatro. ¿Donde está esto? Los kilómetros no coinciden con lo que decia la guia.!vamos! Pero no. Otra cuesta. Las 11 de la noche. Y otra loma.



Llegamos cansados y doloridos a las 11,30 y un hospitalero prepotente, maleducado y bendecido por un segurata que amenazaba con dejarnos a dormir fuera por tardones, no escuchó nuestras razones y nos riñó de malos modos. Tuve que amenazarle con la posibilidad de dormir en la puerta y hacer fotos que mandaríamos a los periódicos. Al final, y a regañadientes nos dió cama y pudimos dormir. No alcanzamos Santiago donde pensamos presentar hojas de reclamación.



Mañana será otro dia.

1 comentario:

pi dijo...

O sea, que no queda claro si has llegado o no. Entiendo que a Santiago sí, pero al apóstol no, no? Hagame el favor de ir concretando, caballero. Un beso muy muy fuerte.
PI