miércoles, 4 de junio de 2008

Subir el Cebreiro



Me tomo con calma el verdadero ascenso, que en realidad empieza en un pueblecito que se llama Ruitelan . Hasta ahora y desde Vega la cosa no se había puesto seria. Pero los 8km que siguen son bastante empinados y pedrgosos. Se van encontrando momentos y lugares para tomar aliento y agua, además de un pequeño refrigerio que comparto con Elías al que encuentro por el camino. Elias cumple su camino en el Cebreiro y se despide. Ya relizó esa parte en otra ocasión. Elias, es un profesor de español, en Texas, si donde las peliculas!. Habla español mejor que camina. Tiene un problema de artrosis o artritis en su rodilla que le hace más dificil, si cabe, andar, pero tiene tal pundonor y entereza que sonríe siempre que pasas a su lado y te dice que no te entretengas. >Otro personaje al que tomo cariño a fuerza de vernos y de compartir algún salmorejo que tuve el gusto de construir la noche anterior, para ser deconstruido por la parroquia. Otro punto que anima bastante en la subida es el enorme mojón que anuncia que acabas de pasar la línea de Galicia. Ahí me paro un rato junto a Elias y gente de varias nacionalidades que preguntan por la importancia que se le da a tal división. !Si yo te contase! Pienso por lo bajo pero me resisto a soltar el mitín.
Por fin el Cebreiro. Están rodando una peli. "Al final del camino". Me entretengo un ratillo hablando con técnicos y actores y recordando viejos tiempos. Me dicen que como es normal tienen copadas todas las plazas de hotel y albergue, por lo que decido caminar unos kilometros más y marcharme hasta el Poio, a un albergue que no recomiendo por húmedo y sucio.
En el Cebreiro me despido de Elias, con un fuerte abrazo y la esperanza de volvenos a ver. Me invita a Texas. Gracias amigo, pero gracias por tu afable conversación y por haberme enseñado tantas cosas, sobre todo lo referente al funcionamiento del sistema electoral americano.

No hay comentarios: